En los centros públicos de Castilla y León se han implantado, hasta el momento, dos tipos de programas bilingües: las denominadas secciones bilingües, cuyo marco normativo ha sido desarrollado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, y las secciones lingüísticas, correspondientes al Convenio MEC-British Council. Dos proyectos que pueden parecer similares, pero cuyos objetivos y organización son claramente diferentes. A continuación paso a resumir los aspectos más significativos del segundo de ellos, el desarrollado por el Convenio MEC- British Council.
En 1996 el Ministerio de Educación y Ciencia y The British Council firmaron un acuerdo (actualizado con fecha 18 de abril de 2013) para el desarrollo de proyectos curriculares integrados que permitan al final de la educación obligatoria la obtención simultánea, por parte de los alumnos, de los títulos académicos correspondientes en España y Reino Unido. Aquí aparece, por tanto, la primera particularidad: los alumnos cursarán un currículo integrado, que se caracteriza porque incorpora tanto elementos del currículo español, como otros pertenecientes al "National Curriculum". Los contenidos del "National Curriculum" abarcan diversas manifestaciones de la cultura británica, tales como cuentos, folclore, geografía, etc. siempre combinándolos con elementos equivalentes del currículo español. La segunda diferencia significativa es que este proyecto tiene una evaluación externa, que se realiza al final de la ESO y cuya finalidad es la consecución de un título académico que permitiría a los alumnos que así lo deseen continuar sus estudios en el Reino Unido.
El porcentaje de horas que deben impartirse en inglés depende del nivel educativo. Se recomienda un mínimo de 30% en Educación Infantil, 40% en Primaria y 30% en Secundaria. Se incrementan en dos el número de horas semanales del área lingüística, en este caso inglés, comparado con el sistema ordinario. Esto supone que el horario lectivo debe incrementarse también en dos horas semanales, lo que normalmente se consigue añadiéndolos al final de la mañana, dos veces por semana.
En cuanto a las áreas no lingúísticas que se imparten en inglés, en Primaria se recomienda que sean Conocimiento del Medio, Educación Artística y Educación Física y en Secundaria Geografía e Historia y Ciencias de la Naturaleza (o, en su lugar, Biología y Geología, dependiendo del curso de que se trate). Personalmente, esto me parece un acierto del proyecto, ya que la mayoría de las áreas no lingüísticas mencionadas requieren un uso exhaustivo de la lengua en todas sus competencias, a saber, comprensión lectora, comprensión auditiva, expresión escrita y expresión oral. Esto también podría asustar un poco por la dificultad que, en principio, podría suponer para los alumnos. Sin embargo, la mayoría parece defenderse bien en estas áreas, seguramente por haber empezado en el proyecto desde muy pequeños y de manera progresiva.
Loa alumnos que deseen incorporarse al proyecto bilingüe al empezar la Secundaria deberán realizar una prueba que garantice que tienen el nivel adecuado de inglés para poder finalizar sus estudios con éxito.
Una vez acabada la educación obligatoria los mismos centros educativos llevan a cabo las gestiones necesarias para que la Universidad de Cambridge valore si los estudiantes están en condiciones de obtener el International General Certificate of Secondary Education (IGCSE), que les capacita para continuar sus estudios en el Reino Unido, a través de un extenso conjunto de pruebas que se realizan en el mismo centro.
Si os interesa ampliar la información acerca del programa, este documento es un poco antiguo, pero parece que sigue vigente.
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