martes, 11 de febrero de 2014

Escuchar Poesía (I)

Mejor que leerla.

Porque la poesía no se inventó para ser leída, sino para ser escuchada. Cuando la leemos, podemos disfrutar de una parte de lo que supondría oírla; y por este motivo no me resisto a incluir un nuevo modelo de entrada en el que algunos poetas (y por qué no; cantantes) reciten/canten sus propias obras. Empezamos con una en español, de un poeta que escribe indistintamente en dos lenguas españolas y que en su momento sirvió como colaboración con la Fundación Española del Corazón:

El texto íntegro es el siguiente:

Donde quiera que estés,
te gustara saber,
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan
y que jamas,
por mas cansado que estuviese
abandone tu recuerdo a la orilla del camino,
y por fría que fuese mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo de los besos que me diste.

Por ti, brilló mi sol un día,
y cuando pienso en ti brilla de nuevo,
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos.

Donde quiera que estés,
te gustaría saber
que te pude olvidar y no he querido,
y por fría que fuese mi noche triste
no eche al fuego ni uno solo
de los besos que me diste...

Donde quiera que estés...
si te acuerdas de mi...

Ahora, si te apetece... Escúchala entera:


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger